'Érase una vez en... Hollywood' de Quentin Tarantino

Una crítica de ALBERTO CARPINTERO | alberto@planeta5000.com

ÉRASE UNA VEZ EN... HOLLYWOOD

'Érase una vez en... Hollywood' de Quentin Tarantino, nos lleva a Los Angeles de 1969, donde todo está cambiando, y donde la estrella de la televisión Rick Dalton (Leonardo DiCaprio), y Cliff Booth (Brad Pitt), su doble de muchos años, se abren camino en una industria que ya prácticamente no reconocen. La novena película del célebre escritor y director cuenta con amplio reparto y múltiples tramas argumentales que rinden un tributo a los momentos finales de la época dorada de Hollywood.

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El esperado regreso de Quentin Tarantino, aunque sorprendente, es un paso coherente en su carrera. Tras ocho películas homenajeando sin parar el cine que él ha disfrutado desde niño, esta vez se ha propuesto hacer el homenaje definitivo, no a ciertas películas si no a una época concreta y a un estilo de hacer cine y televisión que ya no existe. Es su tributo definitivo al séptimo arte y bien podría haber sido su película de despedida, por la fuerte nostalgia que la impregna y por los temas que trata, que ahora comentaremos.

Desde el título, Tarantino nos va dando las claves. Ese “Érase una vez...” puede interpretarse desde la cinefilia, como homenaje a sus tan queridas cintas de Leone: “C'era una volta il West” (1968) y “Once upon a time in America” (1984). Para muchos aficionados y profesionales del cine estas películas son la cumbre del cine de Sergio Leone. Tarantino no deja de ser un ferviente admirador del cine de Leone y de sus magnas óperas. Pero también está la lectura de cuento, que se retrotrae mucho más que la propia historia del cine. Con ese “Érase una vez...” han comenzado cientos o miles de historias, muy conscientes de su propia condición de relato ficticio. Y ahí es donde tal vez se esconda la clave de todo el film y la manera más correcta de interpretar cada uno de los sucesos que acontecen, como relato de ficción, aunque retrate una época muy concreta de la historia reciente de Hollywood: el declive de la edad dorada del cine y el apogeo del medio televisivo.

No es azaroso que Quentin ubique su historia en 1969, justo cincuenta años antes del estreno de su cinta. En aquella época el pequeño Tarantino solo tenía seis años y los recuerdos que uno guarda de esa temprana edad suelen estar envueltos en un aura brillante, neblinosa y agradable. Y desde ese candor borroso Quentin nos cuenta su historia, que rima con mucha fuerza con la época que ahora vivimos. Es la historia del auge de las ficciones televisivas, de los seriales, en detrimento del cine. Como es palpable, el cine sigue dando sus beneficios y funcionando, pero estamos viviendo una, cada vez más, tendencia a devorar series en plataformas VOD. La moda de ver series y películas de televisión cada vez está más instaurada. De alguna manera es lo que se vivió en los años 60 cuando aparecieron los televisores y la gente se enganchaba a esos seriales de emisión semanal, que tan bien refleja la película.

También nos habla de las viejas glorias, actores que vivieron henchidos de popularidad pero el tiempo los ha ido poco a poco relegando a un segundo plano. El personaje que interpreta con gran virtud Leonardo DiCaprio, Rick Dalton, es un reflejo de tantas y tantas estrellas que ayer y hoy han sucumbido al olvido o han pasado de interpretar grandes protagonistas del mainstream a antagonistas de obras menores o estrellas de subgéneros y serie b. Actrices tan importantes y galardonadas como Bette Davis o Joan Crawford acabaron sus carreras interpretando a psicóticas o malvadas de cuento en producciones menores. Y el caso de Rick Dalton se asemeja mucho, por lo menos en ciertas partes, a la vida de Clint Eastwood, que pasó de ser la estrella televisiva de la serie del oeste “Rawhide” a viajar a Italia para rodar los westerns con Leone. Lo que aparentemente sería un declive en su carrera, en su lugar fue el empujón definitivo para convertirse en estrella.

Y al lado de Rick Dalton, su inseparable doble especialista, Cliff Booth, con el rostro y el encanto de Brad Pitt. Dos amigos dependientes el uno del otro, como dos caras de la misma moneda. La brillante estrella ajada y el perfecto, en practicamente todo, especialista de cine, que le apoya incondicionalmente y le resuelve siempre los problemas –le repara hasta la antena–. No es desconocido lo mucho que Tarantino admira a los especialistas del cine, tal vez porque reflejan un estilo de hacer películas más tradicional y físico, que existe desde el origen del cine y que choca con fuerza contra el actual proceso de la industria, mucho más apoyado en los efectos digitales, que en lo palpable.

Sobre esos dos personajes Quentin construye su relato y los trata con cariño y admiración, pese a las partes oscuras y cuestionables de cada uno de ellos. Tal vez el propio Quentin se vea como ese Rick Dalton, que en su día brilló mucho pero se siente en horas bajas o próximo al retiro –Tarantino ha declarado en varias ocasiones que se retirará tras su décima película, o sea la siguiente– y necesita que a su lado exista una figura como Booth, que de vez en cuando le recuerde que es “el puto Tarantino” y que no lo olvide nunca.

Como contrapunto nos encontramos al personaje de Sharon Tate (Margot Robbie), joven, alocada, sensual, casi mágica. Reflejo de las estrellas emergentes, que otorga el lado más positivo del film y la certeza de que el cine no muere; se renueva.

Título original Once Upon a Time in... Hollywood
2019 - 165 min. - Estados Unidos

Dirección
Quentin Tarantino
Guion
Quentin Tarantino
Fotografía
Robert Richardson
Reparto
Leonardo DiCaprio, Brad Pitt, Margot Robbie, Al Pacino, Margaret Qualley, Kurt Russell, Bruce Dern, Timothy Olyphant, Michael Madsen, Tim Roth, Zoe Bell, Damian Lewis, Luke Perry, Emile Hirsch, Dakota Fanning, James Marsden, Clifton Collins Jr., Scoot McNairy, Damon Herriman, Nicholas Hammond, Keith Jefferson, Spencer Garrett, Mike Moh, Clu Gulager, Martin Kove, James Remar, Lena Dunham, Austin Butler, Leslie Bega, Maya Hawke, Brenda Vaccaro, Lorenza Izzo, Penelope Kapudija, Rumer Willis, Dreama Walker, Costa Ronin, Madisen Beaty, Sydney Sweeney

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